Es así como mi vida pasa, alumbrando la oscuridad de algunos que me acompañan, consumiéndome poco a poco con la flama de la vida, extinta, su calor hace mucho fue congelado y olvidado, extinta por las lagrimas de quienes a mí redor se sientan a llorar mi constante perdida, extinta como la vela que se derrite en la noche es mi muerte.
Solo por las noches, en la penumbra de la tímida luz de mi propio ser y con miedo a morir por el suspiro del viento, ese aire de melancolía que viaja en mi respiración, tan tímida luz, tan extinta, una flama tan débil, tan insignificante que se mantiene sólo por costumbre, no por deseo propio, ¿Fuerza? ¿Voluntad? Aun esta viva y arde, pero tan débil se mantiene y por mas que con su llama rodea no logra descongelar mi alma que por años a estado encerrada en su prisión de hielo, tan débil mi flama, tan sola... mi alma.
Soy como una vela en la noche, una de flama tan débil que a duras penas intenta alumbrar las sombras de mi propia existencia, ¿Miedo? ¿Esperanza? Lo hago por temor a no encontrarme mas para otro nuevo mañana, por la rapidez con que arde mi flama... sólo quiero comprenderlo, sólo quiero detener lo que me es imposible parar, tan débil y tan rápido se consume, tan pobre y sin descanso, sólo confundido y en las sombras aun perdido.
¡No! Ni día ni noche sentiré mas cansancio, ni final ni muerte cruzaran mas por mi cabeza, el tiempo no será mas factor de desesperanza ni desesperación, los días no serán mas cuenta del final, no, mi vida se extingue como una vela se consume por su propia flama y por mi propia vida es que moriré y así por fin comprender que el final no viene a mí pues soy yo quien va a él, sin cansancio; sólo el paso de los días que con gozo he vivido, sin miedo; sólo la espera de claudicar con la sabiduría ganada por las experiencias de la vida, sin dudas; sólo la espera de acabar lo hace tanto tiempo comenzado, sin debilidad; sólo la fuerza gastada por el paso de los días, así entender al final, entender la esencia de la flama de mi vida.
Otra noche bajo la luz de las velas, una noche mas para guardarla en mi memoria.
Solo por las noches, en la penumbra de la tímida luz de mi propio ser y con miedo a morir por el suspiro del viento, ese aire de melancolía que viaja en mi respiración, tan tímida luz, tan extinta, una flama tan débil, tan insignificante que se mantiene sólo por costumbre, no por deseo propio, ¿Fuerza? ¿Voluntad? Aun esta viva y arde, pero tan débil se mantiene y por mas que con su llama rodea no logra descongelar mi alma que por años a estado encerrada en su prisión de hielo, tan débil mi flama, tan sola... mi alma.
Soy como una vela en la noche, una de flama tan débil que a duras penas intenta alumbrar las sombras de mi propia existencia, ¿Miedo? ¿Esperanza? Lo hago por temor a no encontrarme mas para otro nuevo mañana, por la rapidez con que arde mi flama... sólo quiero comprenderlo, sólo quiero detener lo que me es imposible parar, tan débil y tan rápido se consume, tan pobre y sin descanso, sólo confundido y en las sombras aun perdido.
¡No! Ni día ni noche sentiré mas cansancio, ni final ni muerte cruzaran mas por mi cabeza, el tiempo no será mas factor de desesperanza ni desesperación, los días no serán mas cuenta del final, no, mi vida se extingue como una vela se consume por su propia flama y por mi propia vida es que moriré y así por fin comprender que el final no viene a mí pues soy yo quien va a él, sin cansancio; sólo el paso de los días que con gozo he vivido, sin miedo; sólo la espera de claudicar con la sabiduría ganada por las experiencias de la vida, sin dudas; sólo la espera de acabar lo hace tanto tiempo comenzado, sin debilidad; sólo la fuerza gastada por el paso de los días, así entender al final, entender la esencia de la flama de mi vida.
Otra noche bajo la luz de las velas, una noche mas para guardarla en mi memoria.