27 de diciembre de 2007

Hablando con la pared

Aun me escuchas, lo se, escuchas cada palabra que hablo hacia ti, escuchas cada cosa y sigues ahí pues sólo estas aquí para escuchar, no estas obligado a responderme o ser condescendiente y ayudarme en las quejas que pronuncie pues sólo te pedí escuchar, lo haces y lo haces sin algún gesto de desaprobación por todo lo que hablo, tal vez eres único en ese aspecto pues otros salen corriendo apenas y abro la boca, pero al contrario de eso tú sigues firme y atento escuchando cada cosa que te cuente y he contado a través de tantos años.

Así es, así ha sido, pero así ya no será mas, hoy empiezas a desquebrajarte por razones que quiero desconocer pues quizás sean los años o quizás, cosa que no quiero admitir, es que te hayas cansado de tantos lamentos clavados en ti, de tantos golpes soltados para sofocar la desesperación y disimular el dolor, te cansaste quizás de escuchar día a día la misma grabación de todos los años, quizás te cansaste de mí, de mí y mis teorías acerca del mundo, mis teorías del amor, mis teorías de la vida, de mis arrebates de locura, de mis chistes baratos, de mis mentiras, de mi ignorancia, de mi sarcasmo, de mi patetismo, de todo, quizás todo te canso.

Pero aun me escuchas, claro que lo se, porque a pesar de todo no me has dado la espalda en ningún momento, a pesar que quizás te este matando sigues firme escuchando cada cosa que te hablo porque así, y sólo eso, te lo he pedido, porque en ese instante que te pido para mí te olvidas completamente de todo y me dedicas cada segundo del momento, con la caridad que necesito para desahogarme de tantas cosas y con la solemnidad para sentirme seguro de que todo se quedara en ti, sólo en ti.

Otro día mas, otra voz que viaja por la pared hueca y pasa a ser eco del silencio, otra voz que se apaga en la pared y se pierde en el olvido, otro lamento sofocado en tu dureza, otra felicidad preservada en tu imagen y una infinidad de recuerdos grabados en dibujos a lo largo de tanto tiempo que has estado a mi lado, siempre ahí, siempre para mí.

No hay comentarios.:

La que olvidó sonreír

Su retrato, una mujer envuelta en halo de tristeza, esa es ella, sentada cada mañana frente a la ventana con una mirada perdida, ll...